Tras 5 años de larga enfermedad, acaba de fallecer Roberto Gómez Bolaños, más conocido como Chespirito

Amigos de Respondalandia, el viernes 28 de noviembre, poniendo en Google Chrome, Roberto Gómez Bolaños, leí que informaban desde México del fallecimiento del actor, escritor, comediante, dramaturgo, productor de TV, guionista, compositor y director, más conocido como Chespirito a los 85 años de edad

Con esta cara me quedé cuando leí semejante noticia 

Desde España, mi más sentido pésame a su familia, esposa y todo México por tan trágica y dolorosa pérdida

Todos lo vamos a extrañar bastante, porque nos reíamos con sus ocurrencias, tropiezos y demás trastadas que nos hacían reir a toda Hispanoamérica

Roberto Gómez Bolaños, no te vamos a olvidar nunca, descansa en paz

No lo conocia, pero un pésame a su familia por la muerte de esta persona.

Es una pena, 5 años de enfermedad no deben ser nada fáciles. Mi más sentido pésame.

Tardé unos días en responder porque quería que el tema estuviera un poco más frío.
Por algún motivo, de niña no pude disfrutar del chavo del 8, más bien me producía cierta incomodidad. Es cierto que tenía salidas ingeniosas que me causaban gracia, pero no dejaba de incomodarme. Tal vez era el ambiente violento en el que vivían los personajes, la risa inducida mediante reidores principalmente en los mismos hechos de violencia. Resultaba fácil, por momentos, empatizar con el Chavo, pero lo que a todos los niños les causaba gracia, a mí me producía tristeza e incomodidad.
Cuando salió en las noticias la muerte de este actor, se me dio por ver, en youtube, algún capítulo del Chavo; necesitaba tener una opinión formada. Aún no la tengo, pero sí me parece que es un programa que muestra estereotipos pero de una manera acrítica, sin ironía, vacía. Es una representación que puede tener el potencial de, incluso, perpetuar las formas de relacionamiento que muestra.
Aclaro que no estoy en contra de la utilización de la violencia en el arte; la violencia es humana y hay que aceptarla como un elemento utilizable, pero la utilización que se le da en el Chavo me produce, como dije más arriba, cierto malestar.
No tengo claro que esto que estoy diciendo sea certero, me falta mucho todavía para que mi opinión esté formada, aún tengo muchas dudas sobre lo que digo. Pero me parece importante intentar pensar críticamente lo que nos muestran. Capaz que estoy diciendo un disparate, además estoy cansada y se me cruza todo en la cabeza. Por si acaso, perdón por los desvaríos .

NeTSuVRaL escribió:No lo conocia, pero un pésame a su familia por la muerte de esta persona.

Yo sí lo veía por TV (desde 1.998 hasta 2.006) y siempre me hacían reir, por ejemplo, el episodio que más me hizo reir, fue el de Los Tronadores, que al final del episodio, me tiré 10 minutos riendo sin parar porque no paraban de tronar los mini-cohetes en la gorra del Chavo del 8 

Hasta se me salían las lágrimas de tanto reir

-I.- 

¡Saludos a los compañeros del foro! 

He visto con interés las opiniones sobre "El Chavo" y, especialmente las inquietudes que expresa Blanca María, las cuales comparto. Así que decidí (después de pensarlo), dejar una opinión. Como saben, para mí es cuesta arriba escribir corto (no tengo capacidad de síntesis), así que para no cansarlos, lo haré por partes. Aquí va la primera.

He pensado un poco antes de dejar una opinión acá sobre el tema que se está tratando. Y es así porque como todo en la vida, cada quien tiene su propio punto de vista y esto es muy bueno, porque  demuestra libertad de pensamiento y de asumir para sí mismo y para los demás, el aprendizaje.

Cada una de las artes, sea cine, literatura, poesía, danza, pintura, etc., tiene una lectura y hasta cada vez que leemos, vemos o escuchamos, encontramos temas y mensajes novedosos en algo que ya habíamos leído o visto previamente. Esto mismo sucede con los programas televisivos, especialmente cuando han calado tan profundamente en el conocimiento de las personas que los ven y simpatizan con ellos.

Desde siempre, las artes en México han sido muy prolíficas y han dado al mundo obras de muy alta calidad que han trascendido y dado la vuelta al mundo aportando cultura, conocimiento, diversión, música, tradiciones, costumbres, gastronomía, etc.  Sin embargo,  a raíz de la proliferación de artes como el cine en otras latitudes como Hollywood, por  ejemplo, que cambió los esquemas y se convirtió prácticamente en el único referente mundial con base en un cine más “comercial”, más atractivo económicamente hablando,  hipertecnológico, con efectos especiales cada vez más sofisticados, etc., en México fue mermando hasta casi desaparecer prácticamente por obsolescencia. Sin embargo, detrás de esta decadencia, hay otros intereses que son punto para otro tema si se presenta la oportunidad.

Volviendo al punto, este vacío fue llenándose con programas de TV (de consumo altamente masivo y más accesible) de diverso tipo que se convirtió en parte de la familia y en un punto de referencia no solo para México, sino para el resto del mundo.  Uno de esos programas es “El Chavo”. Me referiré exclusivamente a este programa aunque toque  referencialmente algunos otros.

“El  Chavo” llenó un espacio que dejó la decadencia (o la no divulgación), de programas para la diversión no solo en México, sino en Latinoamérica. Es un programa dirigido tanto a los adultos como a los niños y rápidamente enganchó al público porque sus tramas y sus personajes son simples, se parecen a los que todos conocemos en nuestros vecindarios o en nuestros países, fundamentalmente porque responden a la misma realidad, aunque el tratamiento que se les da realmente alimenta la desesperanza.


Como todo lo que se produce para consumo masivo, debe tocar sensibilidades que nos son comunes. Por eso, trabaja con “tipos”; es decir, personajes que representan esquemáticamente a una tipología social. 

Así, tenemos a un niño pobre, huérfano;  a un señor rico y dueño del vecindario; a una señora digamos, clase media, a un profesional que es como el enlace entre todos (es el profesor de los niños, el novio de Doña Florinda, amigo del dueño del vecindario y del hombre pobre sin oportunidades de obtener un trabajo digno porque no “encaja” en los perfiles para ese tipo de trabajo), a un niño sobre protegido y medio tonto, a una niña sobreviviente socialmente y por eso hábil , a una vecina que es el desahogo de todos y al hombre pobre que sobrevive en base a inteligencia social, a lo aprendido de la experiencia y, digamos, en la Universidad de la vida.


Nota: Espero no aburrirlos, prometo que no será muy largo 

- II.-

Sobre Roberto Gómez Bolaños, en realidad conozco poco de su vida personal, pero para lo que aquí  interesa, solo expreso que supo tomar de la realidad lo que en ella sucedía.  Y aquí va un resumen para poder contextualizarnos y comprender mejor.

En los años 70’s y 80’s (luego del apaciguamiento de la explosión de los 60’s que implicó cambios reales en la vida mundial en todos los órdenes), se produjo una “calma” que permitió mantener el status quo porque “abrieron” parcialmente las compuertas del malestar social, ante el abierto rechazo a los valores moralistas y represores de la juventud de ese tiempo. Así, quienes detentaban el poder en el mundo lograron un cierto disciplinamiento social no sin fuertes oposiciones políticas de parte de esos que irrumpieron contra ellos en los 60’s.

Por ejemplo, se  abrió a la masificación la educación con fines de ascenso social, pero con una alta burocratización. Fue un tiempo de conservadurismo político y de desconcierto cultural. La “verdad” moral ya era otra y la abundancia material  prometida por las élites políticas, no era tal y así quedó al descubierto, con lo cual éstas se vieron  en ciertas dificultades para validar su legitimación.

En consecuencia, la juventud dejó de mantener sus expectativas en  las energías de la organización política y comenzó a buscar por sí misma ambientes más cálidos en la interrelación social.  Es así como se producen estilos musicales y estéticos como el punk, el pop, el ska, el Heavy Metal, el reggae, el  New Folk, el rock progresivo, etc.,  entendidos como una especie de comunicación ética y estética entre los diversos grupos sociales en contraste con la “sobriedad cultural” que el  mundo político  y generacional anterior ofrecía para consumo juvenil.  En resumen: desencanto y desconfianza.

Esto condujo a que la juventud se aislara o se alejara conscientemente de esos modelos socio-culturales. Más bien hicieron  énfasis en la calidad de vida cotidiana, en la participación, en la expresión sin restricciones normativas y en la tolerancia individual y grupal.  Sin embargo, no dejaron de sentir cierta incertidumbre frente a los valores políticos y morales.


En consecuencia, en la gente joven, la incertidumbre produjo distanciamiento y escepticismo y éstos, indiferencia en el sentido de frases como por ejemplo:  “¿y esto, qué tiene que ver conmigo?”


Es en ese clima social  en el que se insertan programas transmitidos masivamente a nivel mundial y especialmente en Latinoamérica,   estilo héroe-policíaco como “Cannon”, “Columbo” , “Kojak”, “A-Team” o de corte juvenil como “Cheers”, “Fame”,  familiares como “The Little House on the Prairie”, o de acción con sentido espiritual como “Kung-Fu”, o  románticos como “The Love Boat”, etc.


En ese ambiente, lo que proliferó en América Latina fueron las telenovelas y las bandas juveniles de música como “Pescado Rabioso”, “Almendra”,”Los Jaivas”, “Yndio”, “Los Bukis”,“Menudo” y “Los Chamos”. También León Gieco, Mercedes Sosa, Alfredo Zitarrosa y otros trovadores  de este estilo que sería muy largo enumerar.  Cada uno de ellos simbolizando, de alguna manera, formas de pensar diferentes dentro de la unidad geográfica.



Este apretado resumen de lo que acontecía en esas décadas, fue el clima socio-cultural en el cual aparece “El Chavo” como programa de comedia, humor, con sus personajes ya descritos.

sigue...

… y  III


Sobre los personajes de la serie de Bolaños, cada uno dentro de su estereotipo, representan de alguna manera ese “aceptar” sin remedio su condición.  Es decir, ellos son una imagen que simula una realidad, no son, en sí mismos, acontecimientos transformadores ni  con objetivos para el aprendizaje, sino la representación banal del mundo de ese momento, el hecho cotidiano de todos los días, son una representación de formas, pero sin que nada suceda detrás de ellos o a raíz de la existencia de ellos.  No hay nada que resucite ni nada que se destruya culturalmente hablando.


Más bien, con cada personaje, el trozo de realidad que representa desaparece porque añade lo mismo a lo mismo. Son redundantes, pues.  Es en esto en lo que radica  tanto su pobreza cultural como su seducción sobre sus fanáticos, porque la serie siempre les da lo mismo. Son tramas en las que ya no hay nada nuevo qué ver.  Lo que desaparece, permanece eternamente vivo,  así , el espectador sabrá qué acontecerá en cada episodio, a quiénes verá, cómo actuarán los personajes, qué dirán, etc.


De hecho, frases como “¡Eso, Eso!”, “se me chispotió”, “es que no me tienen paciencia”, “chusma, chusma”, “no te doy otra nomás…”  “tenía que ser el Chavo del 8” y otras por el estilo, formaron parte del léxico de los niños de ese tiempo y aún hoy día jóvenes y adultos las utilizan, dado el éxito comunicacional que han tenido a través de décadas. Pero no tienen mayores consecuencias ni culturales ni estéticas. Son personajes inocuos, inofensivos, sin empuje ni deseos de cambiar la realidad que representan, inventar otro juego y otras reglas, ni aún dentro de las que le proporciona el sistema que sustenta el status quo. No hay alusiones ni sociales ni políticas.


Doña Florinda es una errática clase media venida a menos que no le queda más remedio que vivir en la misma vecindad de gente que ella desprecia. Suspira por New York, sueña con ser princesa y bailar en un gran salón ataviada con ricas vestimentas, madre sobreprotectora de un niño codependiente , enemiga de Don ramón porque le recuerda sus orígenes de clase.  Don Ramón es su propio espejo. Por eso, utiliza con él un léxico excluyente que en boca de un niño resulta un poco más “divertido” ¡chusma, chusma! El “otro” siempre será chusma aunque a ella no le quede más remedio que convivir con él alquilada en la misma vecindad.
Es la novia eterna del Prof. Jirafales a quien ve como “la salida” para salir de abajo.  En realidad, ella sufre más que don Ramón porque es la única de todos que se rebela contra su situación aunque no la busca por otros medios.


El Chavo es un personaje que representa al niño huérfano, abandonado de todos, que vive en un barril y añora solo las tortas de jamón y no pierde oportunidad de comer todo lo que pueda para satisfacer  un hambre insaciable que lo lleva a hacer mandados y todo tipo de peripecias para lograr su propósito, pero que no tiene esperanza, depende de todos para sobrevivir. Sus “golpes” al Sr. Barriga no representan una lucha contra el rico, sino un hecho recurrente para llamar su atención. El Sr. Barriga ya está acostumbrado y por eso lo espera con más resignación que otra cosa. Es lo “normal” porque sabe que de ahí no pasará. Es un personaje al cual lo alienta la  desesperanza. No tiene salida. Ese es su destino y lo acepta resignadamente.


Los demás personajes mantienen la misma desesperanza aprendida: la Bruja se resigna a que Don Ramón no la ame ni caiga en sus chantajes culinarios, el Sr. Barriga solo se preocupa por cobrar la renta pero no “invierte” en la vecindad para mejorar la vida de sus inquilinos, al fin y al cabo, están resignados a vivir así y no aspiran mayor cosa. Es eso lo que le proporciona la tranquilidad de saber que tiene sus ingresos garantizados.  Se creó así,  una vecindad escéptica y desencantada. Saben que de “arriba” no vendrá nada para ellos.


A Don Ramón no le da el curriculum para aspirar a un trabajo “decente” que le permita vivir dignamente.  Es decir, no entra en los patrones socio-productivos porque es producto de la falta de condiciones y de oportunidades que le permitieran obtener un título o un “papelito” que diga que sabe algo o está capacitado para hacer “algo”. Es el excluido total, tanto de la sociedad como de la vecindad. 


Sobrevive gracias a sus habilidades empíricas (a veces es zapatero, a veces vende leche, periódicos, etc.),  y a una  cierta dosis de lo que en  México se llama “estar bruja” que consiste en el ánimo optimista de creer que, aunque se pase por penurias y sobresaltos económicos, tarde o temprano caerá el dinerito que permitirá salir de los apuros. Es un estado transitorio que se resuelve con algún trabajito que caiga por ahí.


Don Ramón hace uso de sus habilidades para pagar la renta (cuando puede), envía a la niña a la escuela,  “torea” al Sr. Barriga, compra para comer, etc. Es un verdadero mago de las finanzas. Don Ramón está en la miseria, pero no es pobre. Pobre es el que nada tiene y se resigna a vivir sin nada.  No es un vago, es un subproducto de la sociedad en que le tocó vivir.  Es quizás, el único de los personajes de la serie que lucha contra la adversidad.


El Prof. Jirafales es el enlace entre todos los personajes, es el “modelo” de profesional exitoso, solvente pero anticuado, que enamora románticamente  (al estilo de los 50’s )a una Doña Florinda cada vez más  arribista y amargada por su situación.  Pero que le lleva alientos de “alguna vez será” y eso la dulcifica momentáneamente.  Es un amor progresivo, continuo pero estancado, que no se concreta porque quizás  Jirafales considera que Doña Florinda aún no ha aprendido a amarlo como él espera y se merece.


Kiko y la Chilindrina son los personajes que realmente tienen la parte de divertir, despreocupados porque se saben protegidos, se dedican a vivir las peripecias de su infancia y a hilvanar las situaciones humorísticas en las que se ven envueltos los demás personajes.





Hay mucho más que decir sobre ellos, pero prometí no hacer esto demasiado largo y ya ven,  de todos modos, me excedí.  Espero que hayan podido leer hasta el final. Gracias por su paciencia y por su tiempo.  Un abrazo fraterno para todos los compañeros del foro.  ¡Gracias!

¡Brillante, Carolina! Nada de disculpas, que tus aportes enriquecen el foro. Yo te leí en estado de trance, me encantó .
El poder mediático va de la mano con todo esto. Es un tema apasionante.

Abrazo,
Blanca.