ahora que hago!!

pero el caso es que no me da dinero ni llama a la mudanza digo, si la decisión es de el de separarnos el me dijo" yo me encargo de la mudanza" y ahora que hago!!?? espero a que me de dinero o me traiga la mudanza, el no ha dicho nada me dicen que a lo mejor está arrepentido , yo hace dias no tenía a donde irme y ahora si pero ese ya no es problema para mi, me dicen que deje que el haga el resto, ya me he desgastado pesando tanto en que hacer y me dicen si el te dijo eso y si su deseo es que yo me retire y yo lo hablé con el ya le pedí dinero o en su lugar que traiga la mudanza pero no lo hace, solo dijo que vamos a quedar en buenos terminos. o sea seguirnos viendo sin "compromiso" solo una "relación" y yo queeeeee?? claro que si el lo quiere!!!........si en un futuro nos llegamos a ver o a llamar... pero ahora a mi manera a mis "términos" si asi lo desea....y si no....

estoy sola en esto mi familia tiene conocimiento de lo que me pasa y no fueron para apoyarme ellos se valen de que en un momento si regreso a casa de mis papás voy a quererme quedar con la casa de mis papás que está sola y es cosa que no es cierto!!! ya que para mantener una casa se necesita mucho dinero y yo la verdad no  tengo y no lo haría.mi familia se ha retirado de mi cuando mas los necesitaba y ha llegado gente a mi vida que me apoya mas que mi propia familia, un compañero de trabajo me presta su casa que está sola y que su mamá me ofreció de a gratis y amueblada, tengo pocos muebles ya solo espero que mínimo mi esposo pague el traslado...espero sus opiniones
gracias

Zaaraly:   Toda separación es una experiencia traumática. Lo es para ambos miembros de la pareja, porque implica pasar por un duelo (dolor  muy profundo), para quien pierde la pareja y enfrentar sentimientos de culpa para quien decide terminar o abandonar al otro. Quien es dejado, se llena de miedos y de temores, de inseguridad ante la pérdida, porque se desvanece su apoyo emocional. Sin embargo, todos estos traumas son superables porque, quien es abandonado, con ayuda o sin ella, termina aceptando la realidad. Es decir, desaprende (así como aprendió), y se reeduca emocionalmente tomando lecciones de la experiencia y evitando las conductas erradas en lo sucesivo. Esto sería algo así como “lo habitual”.
 
Sin embargo, en la exposición de tu caso, no veo nada de eso. Tal parece que un par de amigos vivían en una casa, compartían unos gastos (no siempre equitativamente), la cama y un perro. Uno de los amigos decide marcharse y se “compromete” con el otro a ayudarle en la mudanza tan pronto como éste consiga para donde irse. Ahora la amiga encontró lugar y está  con una crisis porque los trastos no han llegado a su nueva residencia.  El barco naufraga y, el primero que lo abandona, es el capitán. Y tú, el marinero, te ahogas en un problema doméstico que puede resolverse sin mayores problemas. Cuando dejas tus asuntos en manos de otro, te arriesgas a meterte en un aprieto.
 
¿Por qué? Tal parece que esta conducta es reiterada en ti. Fíjate: aquí tienes una muestra de tus propias palabras: “ no me da dinero ni llama a la mudanza”, “y ahora que hago!!?? espero a que me de dinero o me traiga la mudanza”, “el no ha dicho nada”, “me dicen”, “ya me he desgastado pesando tanto en que hacer y me dicen.. ”su deseo es que yo me retire”,” ya le pedí dinero o en su lugar que traiga la mudanza pero no lo hace…” estoy sola en esto”, “y no fueron para apoyarme”,” mi familia se ha retirado de mi cuando mas los necesitaba”,” ya solo espero que mínimo mi esposo pague el traslado...”
 
 
En ninguna de esas frases asumes responsabilidades por tu vida. En otras palabras, esperas, te dicen, pides, estás desamparada, esperas, esperas y sigues esperando y no sabes qué hacer, estás paralizada. ¿Qué es lo que esperas y por qué? Es decir, no tienes referencia de tu valor personal ni de tus deseos. Antes de dejar que otro “quiera” ¿por qué no quieres tú misma?
 
Dejar que otros decidan tu destino es colocarte a ti misma limitaciones, encerrarte en una cárcel voluntaria que te aísla (“mi familia se ha retirado”) y te desequilibra (“¿y ahora qué hago?”). La mudanza que tienes que hacer (los cambios), son dentro de ti misma para que descubras qué es lo que te empuja a aceptar traiciones, humillaciones y situaciones de inseguridad. Prácticamente estás damnificada. Afortunadamente, unos amigos bondadosos te auxiliaron y eso es bueno, pero no es permanente, no garantiza tu seguridad. El lugar que tú necesitas está en ti misma. Para sentir bienestar hacia afuera, es preciso primero tenerlo dentro. Tu lugar para ser feliz eres tú misma. Eso no depende de la cantidad de muebles que puedas haber acumulado ni de que más adelante puedas tener la casa de tus sueños.
 
¿No crees que ya es hora de que te ocupes de ti misma? El problema es que para ocuparte de ti misma, necesitas disposición; es decir, voluntad, no hacer resistencia a evaluarte honestamente, enfrentar el miedo de remover las heridas. Este grito de auxilio que estás lanzando por unos muebles, no son más que trucos que utilizas para escapar de un dolor que tú finges que no existe (y no me refiero solo a la separación de tu esposo, ese es uno más). Es un mecanismo de defensa, por supuesto, y tienes que usarlo para no sucumbir; sin embargo, a estas alturas de la vida, esto es excesivo. Lo excesivo es mantenerse en la negación ¿Hasta cuándo vas a seguir corriendo la arruga? Sigues huyendo y ahora con la excusa que te das de unos trastes que tal parece que fueran más importantes que tú y que todo lo que te ha pasado en la vida y que aún está por resolverse.
 
¿Por qué sigues evitándote? ¿Por qué no buscas las causas de tu insatisfacciones (No me refiero a las materiales), de tus temores que son los que te conducen a aceptar desdenes, degradación, daño a tu estima, abandono, a dejar que te utilicen (me refiero a tu esposo, específicamente).
 
Debes reeducarte emocionalmente, poner tus sentimientos en su sitio y resolver el por qué de esa necesidad de afecto. Erradicar (arrancar, eliminar) los patrones que vienes utilizando que esconden tras esa necesidad de recuperar tus enseres domésticos. Es claro que esos patrones no son útiles para ti, te perjudican.
Trabaja tu deseo de superación, fíjate metas alternativas que no incluyan ni a tu esposo ni a la gente que te ha hecho daño. Apártalas de tu vida.
 
Cuando tu esposo te propone mantener en adelante una relación “sin compromiso” está faltándote el respeto porque quiere seguir manteniéndote en una relación de subordinación y de lealtad sumisa aprovechándose de tu miedo a estar sola y de tu necesidad de afecto. ¿Te das cuenta?
 
Aprovecha esta situación en la que te encuentras para que te deslastres de todo eso.  Aparta y desvincúlate de todo lo que te recuerde esa relación, cambia de ambiente (aléjate de sus amigos músicos y de sus amigos o conocidos), ábrete a nuevas experiencias, retoma tus aficiones (la música, el baile, la lectura, los paseos, viajes, etc., lo que sea que te agrade). Pero, antes, debes revisarte minuciosamente. Es duro, pero saldrás fortalecida de esa mirada profunda hacia dentro de ti misma.
 
Cambia esas creencias erradas (lo patrones, la maneras de ver las cosas, el punto de vista), como por ejemplo, el pensar que no te mereces un amor que sea para ti, que no te mereces ser amada intensamente, limpiamente, que no encontrarás quien te valore, quien te quiera por lo que eres y no porque te sometes o eres obediente. Estos patrones (y otros que tú sabrás) no te ayudan a superarte ni a asumir tu independencia personal.
 
No te aferres al pasado, a tus malas experiencias (esas que no quieres evaluar ni sus consecuencias en ti), porque jamás verás para ti un futuro provechoso ni disfrutarás de una vida plena y auténtica que es lo deseable.
 
Todo lo que construyas de aquí en adelante debe basarse en el amor que sientes por ti, en el reconocimiento de tus fortalezas, de tus poderes humanos, en tus deseos íntimos, personales de realización, en el hecho de que te aceptas y reconoces que no eres perfecta, pero puedes llegar a ser mucho mejor. Identifica qué pensamientos negativos debes desechar (lo que se aprende puede desaprenderse también). No temas ser ambiciosa en tus metas, pero también realista; es decir, busca un equilibrio entre lo que quieres y lo que deseas. Siempre se lucha por lo que se quiere. Desear mucho sin luchar por lograrlo, frustra. Pon los pies en la tierra para que rehagas tu vida, construye raíces emocionales sólidas (autoestima, amor propio), que serán las que te darán alimento y motivación para no volver a sucumbir. No repitas esta experiencia. Piensa en algo nuevo y gratificante para ti.
 
Te reitero: aprovecha este momento, que te vino caído del cielo, para que cierres definitivamente esta puerta que te llevó al abismo y abras otra que sea el comienzo de una experiencia que sí deleitará tu vida porque ya la tendrás plena. No sabes todo, así que si necesitas ayuda profesional, búscala. Para ti, nada es caro ni inmerecido. Se trata de tu vida y esa, es muy valiosa. Los chécheres, pueden esperar; tú, no.
 

¡Que tengas éxito!

Gracias Carolina 77 por tu respuesta.  te agradezco la verdad. veo cosas que no veia, mira, yo la mera verdad su actitud era como diciendo no te vayas.. lo vi varias veces pero su orgullo pudo más que lo demás!!!..... si yo esperaba que el pagara la mudanza era por que yo decía ! mínimo que eso le cueste!! aparte por que no conseguía yo los medios para hacerlo tanto económicamente como físicamente y las condiciones ambientales no eran propicias para hacerlo aunque a mi no me importaba y deseaba realizarlo a como fuera para ya salir de ahi, si pensaba yo en mis cosas materiales era por que eran mias yo las compré con mi dinero y no se las iba a dejar...dije para empezar las vendo y ya, para apoyarme un poco económicamente,no por otra cosa, lo material va y viene, pero de repente me vi envuelta en una situación que no crei que sucediera ves?que de mi familia la verdad esperaba que me dieran la oportunidad ya que yo vi por mi papá 6 años antes que falleciera cuando mi mamá nos abandonó, somos, eramos una familia unida y pegada a costumbres de la gente de antes, antes de este problema con mi pareja me ofrecían la casa, solo 15 días antes de los problemas, ellos saben o bueno sabían que no gano mucho, pero vi la realidad de las cosas... es fecha desde el dia 18 de agosto que no tengo noticias de ellos, yo ya realizé mi cambio de domicilio y he empezado a hacer planes para salir adelante por mi misma,ver la manera de salir adelante por mis propios medios,vender mis cosas y aparte realizar comidas y venderlas, eso me gusta, en la ex casa le pensaba ya que era un barrio que apenas empezaba, no había mucha gente, tengo experiencia en eso...gracias por sus respuestas